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lunes, 27 de agosto de 2012

Madame Inès Moitessier / Jean-Dominique Ingres

National Gallery de Londres


Jean-Dominique Ingres
La especialidad de Ingres será este tipo de retratos, muy del gusto de la sociedad francesa del Neoclasicismo. Los detalles que consigue el artista con su exquisito dibujo se convierten en el elemento de mayor atracción para sus clientes. En este caso sobresale el estampado del vestido de la dama y la elegancia de la pose. Incluso la figura se refleja en el espejo situado en el fondo, creando un atractivo juego de perspectiva. Las joyas, los bordados, la textura de la piel, la madera, todos los detalles están realizados a la perfección, resultando un conjunto sumamente equilibrado en el que los colores tiene un papel protagonista. El blanco del vestido contrasta con el rojo del sillón y ambos con las tonalidades oscuras de los muebles. La expresión de la modelo no ha sido olvidada, centrando el artista la atención en el bello rostro de Mme. Moitessier, en el que apreciamos cierta influencia de las Madonnas de Rafael, el gran maestro para el pintor francés.

Henri Degas y su sobrina / Edgar Degas

Art Institute de Chicago


Edgar Degas
Los protagonistas de este retrato familiar son Henri Degas, tío del pintor, y Lucie Degas, sobrina del retratado y prima del pintor ya que era hija de Edouard Degas y Candida-Primicile Carafa. Lucie tenía en estos momentos 9 años y era la única heredera de la fortuna de su padre así como beneficiaria, junto a sus primos Edgar y Achille, de la herencia de su tío Achille. Lo más destacable del retrato que contemplamos es la atmósfera de intimidad que se respira, situando al tío Henri sentado al calor de la chimenea, interrumpiendo su lectura para mirarnos con aire alegre y cariñoso. Mientras Lucie se sitúa tras el sillón, en tímida actitud típica de una niña de 9 años. Ambos visten de negro, contrastando con el ocre de las paredes o el blanco del mármol de la chimenea y el periódico. La luz procede de la derecha, iluminando especialmente los rostros de ambas figuras en los que destaca su expresión. Una mesa en primer plano nos acerca a los personajes, como si fuéramos sus contertulios. La perspectiva elevada resulta típica de Degas, quien llegó a plantearse la construcción de unas gradas en su estudio para subirse a ellas y tener una mejor perspectiva de sus modelos.

Retrato de hombre / Lorenzo Lotto

Galería Dahlem de Berlín


Lorenzo Lotto
Clasificado por algunos críticos como autorretrato, sin que se conozca justificación alguna de tal supuesto. En realidad, sus facciones no coinciden con la efigie conocida de Lotto.
Más probable parece que se trate de un navegante o un mercader, puesto que hay barcos en el pequeño trozo de mar que deja ver el cortinaje.
El retrato es intenso y sobrio, muy clásico y muy ticianesco.

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